Este 2 de mayo, técnicos del Vaticano instalaron la emblemática chimenea en el techo de la Capilla Sixtina, marcando el inicio de los preparativos para el cónclave que comenzará el 7 de mayo. Este conducto será el medio por el cual se anunciará al mundo la elección del nuevo papa mediante señales de humo: negro si no hay consenso y blanco cuando se alcance una decisión. Un total de 133 cardenales menores de 80 años participarán en este proceso, requiriéndose al menos 89 votos para elegir al sucesor del Papa Francisco.
La Capilla Sixtina ha sido cerrada al público y acondicionada para albergar las deliberaciones, incluyendo la disposición de mesas y bancas bajo la mirada del Juicio Universal de Miguel Ángel. Además, se han programado pruebas técnicas para verificar el correcto funcionamiento de la chimenea antes del inicio oficial del proceso.