La novela comienza en el año 632 después de Ford (2540 en el calendario gregoriano) con un grupo de estudiantes que visitan la central de condicionamiento de Londres, donde un científico les muestra la técnica de la reproducción artificial. Por medio de ella comprenden que la organización de la sociedad es determinada desde el nacimiento.
El mundo se rige por la vigencia de un gran Estado Mundial que manipula la reproducción para garantizar personas perfectamente adaptadas a su posición social, designados con letras del alfabeto griego desde los Alfa, destinados a la dirigencia, hasta los Épsilon, diseñados para las tareas más peligrosas y repetitivas. Esta planificación de tipo genética se complementa mediante el condicionamiento por medio de la hipnopedia, la enseñanza durante el sueño, que inculca consignas y la educación.
Más adelante aparecen los protagonistas, entre ellos Bernard Marx y Lenina Crowne. Los dos personajes (cuyos nombres, Lenina Crowne y Bernard Marx, hacen alusión al líder de la revolución socialista soviética, Lenin, y al padre del materialismo histórico, Karl Marx) presentan puntos de vista opuestos de esta sociedad. Lenina es la perfecta ciudadana, feliz y “neumática”, conforme con su comportamiento, cumpliendo su función en la sociedad, que se relaciona con cuantos hombres le sea posible, pero bastante incapaz de ejercer su libertad de pensamiento; ella no reconoce su amor por el “salvaje”. Como un conflicto emocional con su acondicionamiento.
Por oposición, Bernard Marx tiene algo del forastero, intelectualmente más listo que los demás (alfa-más) su inteligencia hace que no responda al condicionamiento; pero físicamente es más pequeño que el Alfa medio, se enfrenta (o al menos cree enfrentarse) a problemas sociales incluyendo el rechazo social por parte de las mujeres de su casta y falta de respeto por parte de las castas inferiores.
Como resultado, se ha convertido en un inadaptado social, avergonzado cuando trata de conseguir citas con mujeres, desinteresado por los deportes, prefiere ser infeliz a tomar soma y a menudo expresa opiniones de inconformismo. El comportamiento inaceptable de Bernard lo mete en problemas con su jefe, el director del Laboratorio de incubación y Acondicionamiento. Sin embargo, Bernard obtiene permiso para visitar la Reserva Salvaje, donde lleva a Lenina.