Salud en zona zapatista
Conocí Guadalupe Tepeyac allá por el año 1992, durante una gira de trabajo organizada por el entonces delegado estatal del IMSS, Alberto Candia Muñoz, cuando estaban construyendo el hospital del Programa IMSS Solidaridad en esa comunidad tojolabal, el de Benemérito de las Américas y el de Altamirano, todos enclavados en la zona que meses después ocurrió el alzamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Llegar por tierra a todos esos lugares era una proeza y por eso, las giras de supervisión eran vía helicóptero. Varios periodistas de diversos medios de comunicación llegamos y constatamos los avances que tenían las obras que a mediados de 1993 fueron inauguradas por el presidente Carlos Salinas de Gortari. Las autoridades trataban así de aminorar un poco la tensión que prevalecía, porque los indígenas chiapanecos estaban molestos por la falta de atención y el abandono de las autoridades de todos los niveles.
El 31 de diciembre de 1993, de Guadalupe Tepeyac salió el contingente principal del EZLN que le declaró la guerra al gobierno federal y al Ejército mexicano, con un ¡Hoy decimos basta! Su demanda era trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz. En la actualidad las condiciones de los pueblos indígenas, no solo de Chiapas, sino de todo el país, siguen siendo difíciles, sin acceso a muchos servicios básicos.
Esto viene a colación porque hace unos días el secretario de Salud del Estado, Omar Gómez Cruz, y un importante grupo multidisciplinario de esa dependencia, estuvo en La Realidad Trinidad y Guadalupe Tepeyac, el bastión más importante del zapatismo, al estar ahí sentadas la comandancia general del movimiento insurrecto y la casa del subcomandante Marcos, y a donde, desde el alzamiento no iba ningún titular de dependencia estatal o federal por el riesgo a ser retenidos o tomados como rehenes.
Desde esas comunidades fue puesto en marcha el Plan Integral de Vigilancia, Prevención, Control de Daños y Riesgos a la Salud que acerca los servicios a las comunidades más alejadas, porque “todas y todos deben tener acceso a la salud, por eso hoy estamos cerrando las brechas para que también los pueblos indígenas gocen de este derecho, trabajando desde el territorio, a ras de suelo, visitando los rincones más alejados y de difícil acceso”, diría el titular de la política sanitaria en Chiapas, que aprovechó para supervisar el hospital del ahora IMSS Bienestar, caminó y dialogó con los habitantes.
Al ser La Realidad Trinidad un bastión zapatista y sede de un municipio autónomo, no se permitía el acceso de las instituciones gubernamentales, por tanto, esto es un logro y un paso importante del gobierno de Eduardo Ramírez Aguilar, producto del diálogo que permite llevarles la atención médica, la salud pública y la regulación sanitaria, desplegándose acciones de prevención, control, manejo y tratamiento del dengue, enfermedades diarréicas agudas, infecciones respiratorias agudas y zoonosis, además de la detección oportuna de las enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes mellitus e hipertensión y cáncer cervicouterino y de mama, la búsqueda de embarazadas y mujeres en edad fértil para promover el uso de métodos de planificación familiar, y vacunación, realizándose también la entrega de maletines para la atención de parto y constancias de cursos de capacitación a las parteras tradicionales, mismas que también abarcaron a las comunidades de Guadalupe Tepeyac, Benito Juárez y Santa Rita.
Este puede considerarse que es el inicio de una nueva relación entre el gobierno del estado y el EZLN, aunque los habitantes de la zona lo califican como “un nuevo camino para los pueblos indígenas durante años marginados y sin acceso a los servicios de salud”, mismos que ahora son una prioridad para llevarlos hasta los rincones más apartados de la entidad, tal como ha sido la instrucción del gobernador Eduardo Ramírez y como lo establece el titular del ramo, Omar Gómez Cruz, “se están cerrando las brechas para que todos los chiapanecos gocen de este derecho”.
Posdata
A unas horas de que tome posesión Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, existe una real preocupación por la posible deportación masiva y que ya no permitan el ingreso de más migrantes a esa nación; por todo ello en la frontera sur ya preparan un plan de atención emergente, porque no se trata solamente de los que pueden ser expulsados de la Unión Americana, sino que a diario siguen ingresando cientos de ellos a territorio mexicano por el río Suchiate y se concentran en Tapachula. Por ello, la importancia que el alcalde Yamil Melgar Bravo convoque no solamente a las instituciones municipales, estatales y federales, sino también a las agencias internacionales y organismos no gubernamentales para que se diseñen estrategias y programas que atiendan la problemática en forma integral, efectiva y eficiente, apegados a los derechos humanos… La ejecución de un policía municipal hace ocho días en Tuxtla Chico, ha encendido las alarmas y la población empieza a exigir que su alcalde por segundo periodo, Julio Enrique Gamboa Altúzar, sea investigado porque los delitos van a la alza… Comentarios al correo vrrafael@hotmail.com.