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Hoy Escriben - Rafael Victorio Ruiz

Desde el Tacaná

Golpes al campo

Mientras el campo se encuentra enfrascado en una severa crisis por el cambio climático y la falta de programas reales que impulsen la producción, el gobierno federal sigue autorizando las importaciones de los principales productos básicos, como el maíz, la soya, el aceite de palma y muchos otros más que impactan en cada uno de los sectores nacionales. 

En la región del Soconusco se está enfrentando el fenómeno conocido como “canícula” que ya provocó afectaciones en más de seis mil hectáreas de maíz cuyas plantas se secaron, dejando pérdidas económicas millonarias, sin que las autoridades del ramo como la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) federal y de Agricultura, Ganadería y Pesca (Sagyp) del estado, tomen cartas en el asunto y dejan morir solos a los maiceros.

Paralelamente a ello, las importaciones de maíz se han disparado en un alarmante 163 por ciento en un corto periodo, lo que demuestra el abandono cada vez más profundo del productor nacional. El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas precisa que en el 2024, del grano básico de la alimentación de los mexicanos, las compras ascendieron a 23.6 millones de toneladas, 20.3 por ciento más que el año anterior. 

El Sistema de Información Agrícola y Pecuaria (SIAP) de la Sader, reporta prácticamente un déficit total de maíz amarillo utilizado para la alimentación del sector pecuario, por lo que ese grano se importa principalmente de Estados Unidos; en cuanto al maíz blanco, para el consumo humano, entre enero y abril de 2025 se importaron 315 mil toneladas, lo que representa 184 por ciento más respecto a las mismas fechas del año pasado. 

Eso contrasta con la producción nacional, que de acuerdo con los reportes oficiales, ha caído en más del 9 por ciento, afectada por las sequías, inundaciones y plagas. Es decir, caen las cosechas y se incrementa la importación y de acuerdo con productores, como el presidente de la Unión de Ejidos Emiliano Zapata, Raúl Arroyo, no existe ningún programa institucional que los ayude a salir adelante y por ende, se encuentran totalmente desamparados, tanto que consideran que en la región del Soconusco está en riesgo la seguridad alimentaria y la estabilidad económica de las comunidades rurales. 

Los agricultores exigen la implementación urgente de programas de apoyo por parte del gobierno federal y del estado, que les permita recuperarse de las pérdidas que están sufriendo por la sequía y garantizar que puedan seguir trabajando la tierra. 

Pero las importaciones no solamente son en maíz o soya, sino también en aceite de palma, en donde la industria ha preferido traer el producto de otros países como Honduras, Colombia e Indonesia que adquirirla a los productores nacionales, quienes además se enfrentan a una competencia desleal por el pago de impuestos que tienen que hacer, ya que lo que llega del extranjero es con cero aranceles. 

México no es autosuficiente en la producción de palma aceitera para cubrir la demanda nacional, pero ni siquiera pueden consumir las cosechas de los palmicultores nacionales, poniéndolos en una situación sumamente difícil, porque tienen una competencia desleal y el país, se vuelve cada vez más dependiente de las importaciones, lo cual agrava la situación en el campo. 

Los productores consideran que si no se adoptan políticas públicas integrales de apoyo, financiamiento, infraestructura y precios reales, el campo mexicano continuará su declive y con él, la soberanía alimentaria. Hoy los hombres que cultivan la tierra, no tienen incentivos.

Consideran que no se puede seguir siendo rehenes de las importaciones y que es tiempo de apostarle al campo que requiere inversión sostenida enfocada en pequeños y medianos productores; acceso a crédito oportuno; precios de garantía justos; infraestructura de riego, caminos y almacenamiento e investigación y desarrollo, caso contrario seguirán las bajas de las cosechas y el deterioro del sector agrícola. 

 Posdata

A menos de un año de las actuales administraciones municipales, en varios Ayuntamientos de la región del Soconusco y Costa de Chiapas se agudizan los conflictos internos, sobre todo entre los alcaldes y alcaldesas contra las síndicas y síndicos. Así ocurre en Cacahoatán, Mazatán, Huixtla y otros más, tanto que entre ellos mismos exigen la intervención de la Auditoría Superior para que los investiguen y de ser así, saldrán muchas irregularidades y varios de ellos tendrán que irse a la banca… En Tuxtla Chico, al alcalde Julio Enrique Gamboa Altúzar cada día le aparecen más propiedades y los habitantes de su municipio denuncian que las obras de asfaltado en caminos rurales son aquellos que van a sus ranchos, mientras que en la cabecera municipal no puede ni atender una demanda de construir una banqueta en una escuela primaria en donde los niños corren riesgo por la circulación vehicular…

vrrafael@hotmail.com