El conflicto armado en Myanmar (antes Birmania) sigue dificultando la entrega de ayuda humanitaria tras el terremoto de magnitud 7.7 del 28 de marzo que causó al menos 3 mil 354 muertos y, según la ONU, una devastación “abrumadora” que afecta a millones de personas.
Este sábado, la oposición birmana denunció que la junta militar que detenta el poder perpetró nuevos ataques aéreos sobre zonas declaradas en emergencia por el sismo.
En Bangkok, el sitio más afectado por el sismo fuera de Birmania, los rescatistas siguen a la búsqueda de cerca de 80 personas que desaparecieron tras el desplome de un edificio de 30 plantas, cuyos escombros están siendo retirados con maquinaria pesada, sin que se hayan encontrado señales de vida en las últimas 36 horas.
Ofensivas tras terremoto en Myanmar
El Gobierno de Unidad Nacional (NUG), opuesto al Gobierno militar instaurado en Birmania tras el golpe de Estado de 2021, denunció que las fuerzas armadas han lanzado 68 ataques aéreos y de artillería en la última semana, pese a que la junta declaró el miércoles que cesaría las hostilidades durante tres semanas para que la ayuda llegara más rápido a las víctimas del sismo.
Sin embargo, el NUG aseguró que las ofensivas de los militares “causaron la muerte de 68 civiles”.
Al respecto, el director de Plan Internacional en Birmania, Haider W Yaqub, dijo que el cese al fuego “es una oportunidad para ir a las zonas más afectadas”, algunas de las cuales han estado vetadas para organizaciones de ayuda en los últimos meses debido a las hostilidades.
Fletcher informó de sus reuniones en Mandalay con trabajadores de ONU y de organizaciones no gubernamentales que están entregando ayuda a las víctimas, mientras continúa la retirada de escombros y la búsqueda de desaparecidos.
En una nota, OCHA explicó que se han desplegado equipos y suministros médicos, así como agua potable y lugares de refugio en Mandalay y “otras zonas”, sin especificar cuáles, si bien reiteran que las necesidades superan la capacidad de atenderlas, pese a que más de cien toneladas de ayuda -aseguraron- ya entraron en Birmania.